martes, 7 de agosto de 2012

analisis de texto, J. Locke


SECCIÓN B

Libro I. De las nociones innatas, Capítulo I, Introducción

1.

La investigación acerca del entendimiento es agradable y útil. Puesto que el entendimiento es lo que

sitúa al hombre por encima del resto de los seres sensibles y le concede todas las ventajas y

potestad que tiene sobre ellos. El es ciertamente un asunto que hasta por su dignidad amerita el

trabajo de ser investigado. El entendimiento, como el ojo, en tanto nos permite ver y percibir

todas las demás cosas, no se advierte a sí mismo. Es necesario destreza y esfuerzo para ponerlo a

distancia y convertirlo en su propio objeto. No importan las dificultades que ofrezca esta investigación.

Tampoco importa qué es aquello que nos tiene tan en la oscuridad a nosotros mismos.

Toda la luz que podamos derramar sobre nuestras propias mentes y todo el trato que podamos

establecer con nuestro propio entendimiento, no sólo será muy agradable, sino que nos acarreará

grandes ventajas para el gobierno de nuestro pensamiento en la búsqueda de las demás cosas.

2.

El diseño. Mi propósito es investigar los orígenes, la certidumbre y el alcance del entendimiento

humano, junto con los fundamentos y grados de las creencias, opiniones y asentimientos. No

discutiré en detalle las consideraciones físicas de la mente, ni me ocuparé en examinar en qué

puede consistir su esencia, o por qué movimientos de nuestros espíritus o alteraciones de nuestros

cuerpos llegamos a tener sensaciones en nuestros órganos, o ideas en nuestros entendimientos,

ni tampoco, si en su formación, esas ideas, algunas o todas, dependen o no de la materia [...]

3.

El método. Merece la pena, pues, averiguar los límites entre la opinión y el conocimiento, y

examinar, tocante a las cosas de las cuales no tenemos un conocimiento cierto, por qué medidas

debemos regular nuestro asentimiento y moderar nuestras convicciones. Para este fin me ajustaré

al siguiente método: Primero, investigaré el origen de esas ideas, nociones o como quieran

llamarse, que una persona puede advertir y de las cuales es consciente que tiene en su mente, y de

la manera cómo el entendimiento llega a hacerse con ellas. Segundo, intentaré mostrar qué

conocimiento obtiene por esas ideas el entendimiento, y cuál es su grado de certidumbre, su

evidencia y su alcance [...]

5.

Nuestras capacidades son las adecuadas a nuestro estado y a nuestros intereses. [...] los hombres encontrarán

suficiente materia para ocupar sus cabezas y para emplear sus manos con variedad,

gusto y satisfacción, si no se ponen en osado conflicto con su propia constitución y desperdician

los beneficios de que sus manos están llenas, porque no son lo bastante grandes para asirlo todo.

No tendremos motivo para dolernos de la estrechez de nuestras mentes, a condición de dedicarlas

a aquello que puede sernos útil, porque de eso son en extremo capaces.

Sería una displicencia tan imperdonable como pueril, el desestimar las ventajas que nos ofrece

nuestro conocimiento y descuidar el mejorarlo con vista a los fines para los cuales nos fue dado,

sólo porque hay algunas cosas que están fuera de su alcance. No sería excusa válida la de un

criado perezoso y terco, alegar que le hacía falta la luz del sol para negarse a cumplir con sus

tareas a la luz de una vela. La vela que en nosotros brilla lo hace con intensidad suficiente para

todas nuestras necesidades. Los descubrimientos que su luz nos permita deben satisfacernos.

Sabremos emplear de buena manera nuestros entendimientos, cuando nos ocupemos de todos

los objetos de la manera y en la proporción en que se acomoden a nuestras facultades... sin exigir

perentoria o destempladamente una demostración, ni tampoco certeza, allí donde sólo podemos

aspirar a la mera probabilidad [...] Si fueramos a descreerlo todo, sólo porque no podemos cono

cerlo todo con certeza, obraríamos tan neciamente como un hombre que tan sólo porque carece

de alas para volar, no quisiera usar sus piernas, permaneciera sentado y pereciera.

8.

Lo que mienta la palabra “idea”: [...] antes de continuar [...] debo excusarme por mi uso tan

frecuente de la palabra “idea”. Este es el término que, según creo, sirve mejor para significar

aquello que es el objeto del entendimiento cuando una persona piensa. Lo he usado para expresar

lo que también se entiende por [...] noción, especie, y todo aquello de lo cual puede ocuparse

la mente cuando piensa. No he podido evitar el uso frecuente de dicho término. Supongo que se

me concederá sin dificultad que hay tales ideas en la mente de los seres humanos. Todos tienen

conciencia de ellas en sí mismos. Y, por otra parte, las palabras y los actos de los demás muestran

satisfactoriamente que están en sus mentes. Nuestra primera investigación será, pues, preguntar

cómo entran las ideas en la mente.









Responde por escrito las siguientes preguntas:


Libro I. Capítulo I. Secciones 1-8. Preguntas:

a) ¿qué es una “idea”, cuál es su relación con la sensación y qué causa la sensación?;

b) ¿qué es el entendimiento humano?;

c) ¿qué quiere decir la tesis según la cual la vela que en nosotros brilla lo hace con suficiente intensidad?

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